...Y SE CASARON Y FUERON FELICES
por Francisco-Manuel Nácher "
...Y se casaron y fueron felices", terminan los cuentos. ¿Sin diferencias? ¿Sin disgustos? ¿Sin problemas?... Imposible. Eso no existe en esta tierra. Eso no es convivir, sino vegetar. Eso no es ser feliz, sino ser. Porque la vida es cambio y la felicidad ha de adaptarse a ese cambio y eso necesita ajustes y... No es, pues, cuestión externa, sino interna; es cuestión de mantener vivo el amor, el deseo de complacer, la ilusión de ver sonreír, el regalo de estar acompañado y el tesoro de una mano con la que se puede contar, y la posibilidad de alargar la propia con el mismo fin; el sueño de compartir ilusiones y hacerlas realidad a dúo pero aceptando que somos los dos distintos y los dos estamos cambiando ininterrumpidamente, porque somos seres vivos, y nos estamos encaminando, juntos, hacia la madurez, la vejez y la muerte. Así sí que se puede ser feliz en el matrimonio. Y muy feliz.
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