Pensamientos-simiente
por Francisco-Manuel Nácher
* Los pensamientos atraen a lo que vibra como ellos. Si son buenos, lo bueno; si
son malos, lo malo; si son de temor, lo que nos lo causa; si de frustración, lo que nos la
produce; si de alegría, la alegría; si de dolor, el dolor… ¿Dónde está, pues, tu problema
si tú eres en todo momento dueño de tus pensamientos?
* Cada pensamiento es una orden a la naturaleza. Y lo que más cerca tenemos,
de esa naturaleza, es nuestro cuerpo. Si pensamos, pues, en que podemos contraer o
hemos contraído una enfermedad o lesión o afección de cualquier tipo, las células de
nuestro cuerpo se apresurarán a cumplir la orden.
* La vida no es sino una búsqueda. Pero hay hombres que no saben lo que
buscan, mientras otros buscan erróneamente lo que no deberían. Sólo unos pocos saben
lo que buscan y saben buscarlo y, claro, lo encuentran.
* Si te sientes tímido o inepto o incapaz de algo, eso se debe a que tú piensas,
por las razones que sean (generalmente te lo hicieron creer en la infancia), que eres así.
Pero sólo porque tú lo crees. Como tú, sin embargo, puedes pensar y creer lo que
quieras, empieza en este mismo momento a verte fuerte, seguro y capaz… y lo serás. En
cuanto lo creas de verdad, lo serás.
* No te digas nunca “debo hacer esto” o “debería hacer esto”, porque con ello te
dejas pie para no hacerlo y, si no lo haces debiéndolo hacer, nacerá en ti el sentimiento
de culpabilidad. Dite siempre “puedo hacer esto” porque así, por un lado, aceptas que
eres capaz de ello y, por otro, si no lo haces, no te quedará tal sentimiento. O dite,
sencillamente, “haré esto”, en cuyo caso lo harás, porque no dejas lugar a la duda ni a la
inacción.
* El éxito y el fracaso son, en realidad, algo más externo que interno. Podemos
tener éxito y, sin embargo, internamente, sentirnos fracasados. Y, al revés, podemos
considerarnos exitosos y, en realidad, para los demás, no serlo en absoluto. No existe,
pues, relación de causa a efecto entre lo que los demás piensan de nosotros y lo que
nosotros pensamos de nosotros mismos. Por tanto, debemos siempre tender a
considerarnos exitosos. Lo demás no importa. Porque, si estamos contentos con
nosotros mismos, eso ya es el mayor éxito posible. Pero, además, esa tranquilidad
interior nos conducirá, sin sentirlo, al éxito frente a los demás.
* El ejemplo es el mejor método didáctico conocido. Con un ejemplo se puede
comprender cualquier aseveración, proyecto, aspiración, hipótesis, etc. Es preciso, pues,
caer en la cuenta de que la vida que nos rodea no es sino una inacabable sucesión de
ejemplos de todo tipo que, bien estudiados, nos pueden ayudar mucho a comprender y
resolver satisfactoriamente el asunto más arduo que todos tenemos entre manos: Vivir.
Boletín Nº 34 AÑO 2.000 - PRIMER TRIMESTRE
(Enero - Marzo) FRATERNIDAD ROSACRUZ MAX HEINDEL (MADRID)
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