LAS OPORTUNIDADES
por Francisco-Manuel Nácher
Dios, al concebir Su creación, al establecer Sus objetivos, contó, sin
duda alguna, con cada uno de nosotros como criaturas Suyas, ya que quiso
hacernos inteligentes, como colaboradores, para llevar a cabo Sus planes.
Tuvo la labor, sin embargo, un handicap importante, que fue el libre
albedrío que Él, tan generosamente, nos quiso otorgar. Y fue tal - y sigue
siéndolo - Su respeto por nuestra libertad que, con ser Dios, se sometió a
los resultados de nuestra libre actuación. Pero, como Su voluntad es
superior y, consecuentemente, Su plan no puede fracasar, previó también,
por si en el ejercicio de esa libertad que nos daba nos alejáramos de lo que
Él deseaba para nosotros, un suplente o varios suplentes sucesivos en cada
momento de nuestras vidas. De modo que si, llegada una circunstancia,
nosotros actuamos como debemos, como Él espera y desea que lo
hagamos, estaremos colaborando nada menos que con nuestro Creador;
pero si fallamos, la obra de Dios no quedará frustrada; sino que otro
hombre tomará nuestro relevo y aprovechará esa oportunidad que nosotros
hemos desdeñado. Y el plan de Dios seguirá adelante. Vale la pena meditar
sobre esto.
* * *
No hay comentarios:
Publicar un comentario