EL POR QUÉ Y EL CÓMO DE LA VIDA
por Francisco-Manuel Nácher
1.- Dios, que es amor y es felicidad y es plenitud, en un deseo natural, consecuencia precisamente de ese amor, da vida a sus criaturas para que compartan con Él Su felicidad.
2.- Para que esas criaturas, que Dios quiere que sean seres creadores como Él, y con libertad y responsabilidad, puedan llegar a la perfección que Él prevé, establece unas leyes o cauces, que llamamos leyes naturales, ajustándose a las cuales, el hombre alcanzará, sin ningún sufrimiento, la necesaria perfección.
3.- El hombre, sin embargo, haciendo uso de su libre albedrío y por la inoportuna intervención de los Luciferes, infringe esas leyes, con lo que pone en funcionamiento la ley del Karma, que hace recaer sobre cada cual los efectos de las infracciones que ha cometido de la ley del Amor.
4.- Si el hombre ignora la existencia de las leyes del Amor, del Karma y del Renacimiento, sufre durante vidas y más vidas, sin saber por qué ni averiguar cómo evitarlo. Así su evolución hacia la perfección se hace dolorosa.
5.- Cuando el hombre sabe que existen esas leyes y comprende su funcionamiento, ajusta a ellas su conducta, se desprende de la ignorancia, toma la propia vida en sus manos, y cambia así el dolor en placer y el sufrimiento en felicidad, encaminando esa evolución por un "atajo".
6.- Pero, para aprender ahora las lecciones que pudo haber aprendido en el pasado de modo suave, natural y sin dolor, cuando asume la dirección de su evolución, en cumplimiento de la ley del Karma, inevitable como todas las leyes naturales, ha de experimentar los efectos de todas las deudas contraídas.
7.- Los que optan por el "atajo", pues, pagan en pocas vidas todas sus deudas y quedan libres del dolor y el sufrimiento, que ya no son tales porque, desaparecida la ignorancia, se sufren con espíritu de justicia y con la ilusión del triunfo final.
8.- Los que no optan por el "atajo", en cambio, tienen que pagar esa misma deuda o aprender esa serie de lecciones, durante las vidas que sean necesarias para equilibrar el karma anterior, más el que vayan creando.
9.- En un momento como éste, en que la mayor parte de la Humanidad busca, en su fuero interno, desesperadamente, a Dios, lo que está ocurriendo es que, la ayuda que se nos está dando mediante estas enseñanzas, si bien no nos libera de nuestra deuda kármica, aclara nuestras mentes y nos hace comprender el por qué de nuestros sufrimientos, con lo cual éstos dejan de serlo, puesto que sólo la ignorancia produce dolor.
Ahora toda la Humanidad, al empezar a comprender el cómo y el por qué, está situándose en el lugar en que, a lo largo de la historia, se situaron los que optaron por el "atajo", los que "buscaron y encontraron, llamaron y se les abrió, pidieron y recibieron". Nosotros, ahora, estamos, pues, encontrando, estamos recibiendo y se nos están abriendo las puertas.
Aprovechemos la ocasión.
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