lunes, 14 de noviembre de 2011

CUERPO ETÉRICO O VITAL


CUERPO ETÉRICO O VITAL

El cuerpo vital, formado por cuatro éteres, es fácilmente utilizable por el espíritu interno para la meditación alquímica. Los dos éteres inferiores trabajan directamente con el cuerpo químico. Conservación es la palabra clave para purificar los éteres químico y de vida, para que el cuerpo vital se convierta en un instrumento espiritual más efectivo. La conservación incluye los hábitos alimenticios y el empleo puro de la fuerza sexual, relacionada con las responsabilidades familiares. Cuando el vehículo interno está completo y libre, los dos éteres inferiores, junto con el cuerpo químico, serán abandonados por los dos éteres superiores (junto con el cuerpo de deseos, el cuerpo mental y el Ego), que constituyen el Cuerpo del Alma, el vehículo de los mundos internos. Por tanto, las meditaciones para el cuerpo vital deben enfocarse sobre los dos éteres superiores, el de luz y el reflector.
El éter de luz sirve como canal para los cinco sentidos, mientras que el reflector canaliza los hábitos y la memoria. En cuanto a los sentidos, se canalizan al principio a través de la glándula pineal, generalizándose luego, y siendo ahora sensible todo el cuerpo. La relación entre el sentido del tacto y la sensación emocional se tratará más abajo. El oído fue el primer sentido que se nos dio en forma germinal y es el último que nos abandona al morir. Es nuestro sentido más desarrollado, ya que transporta, con gran exactitud, las impresiones del mundo exterior. A medida que vayamos evolucionando, el oído y los otros tres sentidos, se irán extendiendo sobre todo el cuerpo, como ha ocurrido con el tacto.
La vista está fácilmente sujeta a distorsiones, por eso se dan más adelante medidas protectoras con el fin de fomentar imágenes visuales armónicas con la energía de Cristo. Aunque el gusto y el olfato se experimentan menos durante la meditación, sin embargo, son valiosos instrumentos para recibir visiones internas durante la misma. El éter reflector, sede de los hábitos y la memoria, se puede desarrollar concentrándose sobre palabras clave, que se pueden extraer o abstraer de la Filosofía Rosacruz, la Astrología o la Biblia. La concentración sobre palabras clave, no sólo agudiza la memoria, sino que ayuda a desarrollar nuevos hábitos que canalicen nuestra aspiración más elevada y nuestra imaginación.

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de: LA MEDITACIÓN. CONSEJOS PARA LA MISMA.
por John Hempstead
(de Rays from the Rose Cross de octubre de 1980, traducción de Francisco-Manuel
Nácher)

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