lunes, 14 de noviembre de 2011

LA MEDITACIÓN. CONSEJOS PARA LA MISMA



LA MEDITACIÓN. CONSEJOS PARA LA MISMA.

por John Hempstead
(de Rays from the Rose Cross de octubre de 1980, traducción de Francisco-Manuel
Nácher)


Meditación es una palabra popular en nuestra actual cultura. En nuestros
medios de comunicación se mencionan frecuentemente varios métodos, como: La
recitación oral de plegarias o cánticos, la silenciosa repetición de mantras o sílabas
sagradas, la adopción de posturas, la práctica del control respiratorio, el dominio o
acallamiento de los sentidos, la concentración sobre imágenes determinadas, etc.

Cuando Max Heindel escribió "El Concepto Rosacruz del Cosmos", poco después del
comienzo del siglo, pocas personas estaban familiarizadas con la meditación y,
consecuentemente, empleó poco tal palabra. Sin embargo, dejó varias claves sobre
cómo meditar con efectividad. Este artículo trata, pues, sobre algunas, para hacerlo
con éxito, siguiendo las directrices de la Sabiduría Occidental.

La imagen, fruto de la meditación sobre el renacimiento, por ejemplo, puede
comenzar con las semillas y moverse, en el sentido de las agujas del reloj, hacia el
germen, la plantita recién nacida, el capullo de rosa y la flor plenamente desarrollada.

Luego ésta se marchita, los pétalos caen y se revela el fruto resultante de la
encarnación. Cuando el fruto ha retornado, una vez más, a la esencia original del
Divino Padre, las semillas están otra vez preparadas para comenzar un nuevo ciclo de
manifestación.

Max Heindel decía que podemos aprender de cualquier cosa que queramos,
concentrándonos en el objeto o imagen que deseemos conocer y permitiéndole tomar
vida en nuestra mente para ilustrarnos. La rosa, viva durante la meditación, puede
proporcionarnos, no sólo mucha información sobre las rosas, sino muchísima también
sobre los objetivos, proceso y efectos del renacimiento, especialmente relativos al
aspirante rosacruz.

Max Heindel aseguraba también que el conocimiento de la astrología es una
ayuda muy valiosa para nuestro progreso espiritual. Describe paralelos astrológicos,
tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento y asegura la existencia de una base
astrológica en todas las religiones del mundo.

La astrología describe, simbólicamente, todo lo relativo a las distintas etapas,
tanto del desarrollo obtenido durante la involución como durante nuestra propia
"involución personal" en el presente estado de manifestación, por habernos
sumergido en la materia de tal modo, que la mayor parte de nuestros conocimientos
conscientes proceden de estímulos recibidos a través de los cinco sentidos. Nuestro
aislamiento en la existencia física se completa aún más por el proceso razonador, que
fragmenta nuestra experiencia de tal manera que nos hace ver como "a través de un
cristal ahumado..."

Lo mismo que la astrología nos enseña cómo hemos evolucionado hasta el
presente, su estudio puede auxiliarnos en la obtención de un método sistemático de
meditación que nos ayude a acelerar el proceso de desarrollo de la visión espiritual
consciente, conservando totalmente la autoconciencia. Al estudiar el proceso de
involución por el cual nos vimos envueltos en la materia, cabe preguntarse cómo se
podrá invertir el proceso y salir de ella.

Al principio, la primera fuerza del Séptimo Plano Cósmico, Aries, se diferenció
a sí misma de Piscis, la última fuerza del Sexto Plano Cósmico. Tras ello, Aries se
diferenció a sí mismo como Tauro (la Palabra de la manifestación creadora), Géminis
(la luz de la mente pura, la sustancia básica de nuestro sistema solar), Cáncer, Leo,
Virgo, etc., Tras la caída, y la inclinación consiguiente del eje de la Tierra, la balanza
(Libra) cayó de Escorpio y la precesión de los equinoccios comenzó a mover nuestra
evolución al revés, a través de los signos zodiacales. La caída desde el paraíso se nos
enseñó que tuvo lugar cuando el equinoccio había precedido a los primeros grados de
Cáncer, situación con la que el presente equinoccio, que cae en Piscis, forma
aproximadamente un trino. Quizá este aspecto de trino indique una oportunidad, en
este momento de la historia, para ganar conocimiento sobre cómo reconquistar
nuestra perdida visión espiritual.

Los métodos occidentales de meditación pueden, lógicamente, extraer
penetración de los signos de Cáncer a Piscis, lo mismo que de Acuario, símbolo de
nuestro próximo estadio de evolución. La meditación occidental, tal y como se
describe más adelante, consiste en dos etapas: Concentración y meditación. La
concentración está relacionada con los cuatro primeros signos: Cáncer, Géminis,
Tauro y Aries. La meditación comienza cuando se pasa de la actividad estática,
concentradora de energía, a iniciar el proceso dinámico de aprender de la fuerza de
pensamiento concentrada.

*

No hay comentarios:

Publicar un comentario